Vivienda unifamiliar
Arquitectos
MESURA
Fotógrafo
Pedro Pegenaute
Situación
Matola, Elche
Fin de Obra
31/10/2015
Fabricante de Ladrillo
Arcyde
Habitar bajo una nueva sombra.
Un nuevo espacio, cobijado bajo un manto abovedado, da nueva vida a esta vivienda ubicada en el campo ilicitano -en los alrededores de la ciudad de Matola (Elche)- de clima cálido-húmedo y paisaje árido y soleado. El trabajo realizado por el estudio de arquitectura MESURA va más allá de responder al encargo de proyectar un gran espacio exterior cubierto para eventos, una nueva habitación y una sala polivalente. Entendida desde la reinterpretación de la tradición constructiva, se define una estrategia clara y audaz mediante un sistema unitario de cubierta que rompe la clara jerarquía entre los espacios interiores y exteriores y en la que la atmósfera, la luz, y el confort de cada lugar los confiere el uso de muros de cerámica como filtro, como interfaz con el usuario (tanto de abrigo como de textura) y como organizador de los espacios.
Entender el entorno.
La primera intención será la de acotar los espacios exteriores a través de un nuevo volumen construido que genera una triangulación con la casa existente y la piscina. De esta manera, se separan físicamente los espacios vividos de los espacios íntimos en relación al clima, asoleo, visuales, y la rica vegetación local existente. Una nuevo cobijo, bajo la sombra, que reorganiza todo el espacio.
El vacío como programa.
El sistema en planta huye de la jerarquía interior-exterior y atribuye una importancia equivalente a los espacios de uso definido como a los más ambiguos. Una única cubierta, sólo interrumpida por la presencia de un árbol que ve, estoicamente, como el edificio pivota desde su posición, unifica por igual la totalidad de la intervención. Sin embargo, la respuesta estructural no es igual respecto a su perímetro longitudinal. Si bien las bóvedas descansan de forma tranquila del lado nor-oeste, en el lado sur-este (más ligado al uso de la casa) se mantienen ostensiblemente suspendidas de una colosal viga que permite habilitar un enorme espacio –de uso indeterminado, y por ello flexible– que da soporte y posibilidad de una nueva vida a todo el solar.
Humanizar el espacio.
La estrategia radical del proyecto está también al servicio –no ya de las medidas antropomórficas del hombre– sino del uso; del usuario en genérico y del cliente en particular. No es pues una voluntad de modular respecto a proporciones intelectualmente elevadas sino de sistematizar para cumplir mejor con las expectativas de quién, por definición es el fin último de la arquitectura.
De la pieza material al proyecto.
La pieza cerámica da una respuesta constructiva óptima al esquema murario planteado en el proyecto. Además de ser uno de los sistemas constructivos locales, a nivel material dota a los espacios de una atmosfera singularmente confortable. Junto a ceramistas de una bóbila local, se realizan varios estudios y sesiones de trabajo para realizar una pieza cerámica que responda a todos los factores del proyecto: una pieza extramadamente horizontal, de cocción manual, con textura diforme, cambiante, arida e irregular. Si la proporción de la pieza responde a la dimensión del paramento, el aparejo de formación flamenca lo hace a la utilización de un solo formato de pieza, sin mermas ni piezas especiales.